Esa vez, ella había hecho trampa.
Acostumbrada a ser líder innata o por la fuerza, y tras haber logrado dominar y reinar esos nuevos territorios, decidió alimentar su ego inscribiendose en aquel concurso. Durante la selcción ella ideó una estrategia que la hiciera ser una de las 3 finalistas. Lo logró, pero una vez en el escenario, las palabras no salían de su boca y quedó en blanco. Sintió como ese escenario y ese público, que había disfrutado de sus actuaciones previas, la hacian sentir insignificantemente pequeña. Las luces la encandilaban y sólo podía reconocer algunas caras conocidas en las que se esbozaban sonrisas irónicas. Sin darse cuenta bajó del escenario, completamente derrotada escuchaba las pifias que retumbaban en el teatro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario